El agua de las piscinas municipales está siendo tratada otra vez con cloro

El agua de las piscinas municipales de Albacete vuelve a ser tratada con cloro, abandonando así el tratamiento con bromo que se puso en funcionamiento hace algún tiempo. Juan Antonio Belmonte, concejal de Deportes, confirmaba ayer a 'La Verdad' la vuelta al tradicional tratamiento con cloro. «Había estudios de la Universidad de Castilla-La Mancha, en concreto del Grupo de Estudios y Análisis de instalaciones deportivas, que determinaban que el tratamiento con cloro podría ser perjudicial para aquellas personas que están mucho tiempo en las piscinas, tales como monitores, entrenadores o limpiadores». Basándose en esos estudios el Instituto Municipal de Deportes decidió cambiar la forma de tratar el agua de las piscinas y eligió el bromo, sustancia que se utiliza en un buen número de instalaciones de muchas ciudades españolas. El problema surgió cuando varias decenas de usuarios han hecho llegar sus quejas al Ayuntamiento, al entender que con esa sustancia les perjudicaban.
Belmonte señala que estas quejas han sido determinantes para volver al cloro pero recuerda que «teníamos quejas de monitores, entrenadores, deportistas y personal de limpieza que está mucho tiempo inhalando los gases del cloro». El cloro se ha utilizado desde siempre en las piscinas y durante muchos años no hubo otro tratamiento, las personas alérgicas a esta sustancia tuvieron que dejar las piscinas. No había estudios comparativos con otras sustancias.
El bromo es una sustancia que ahora sí se utiliza en muchas instalaciones deportivas para la desinfección. Algas, bacterias y olores del agua son tratadas con este producto, que en muchos sitios ha sido el sustituto del cloro.
La vuelta a esta última sustancia ha sido progresiva, igual que fue la del bromo. Las piscinas de Juan de Toledo y Santa Teresa, las más utilizadas, fueron las primeras y a ellas siguieron las demás. Ahora las piscinas municipales han recuperado el tratamiento que tenían hace unos meses, a la espera de algunos cambios progresivos. De momento los alérgicos al cloro, que también los hay, tendrán problemas para el baño y utilización de las piscinas municipales. Están de enhorabuena los que habían tenido problemas con el bromo, que ya han podido comprobar que sus problemas quedaron atrás.